Desconocidos
- Laura Isabella Meza cala
- 8 feb 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 9 feb 2023
Pero no tanto

Ayer tuve el placer y gran honor de escuchar una charla con Sergio Ramírez.
En un pequeño salón de actos se debatió sobre el conflicto nicaragüense, de lo que fue y sigue siendo, como había surgido, el nuevo prospecto de líder dictatorial cómo lo vendría siendo Ortega, cómo había afectado al país, o incluso hasta a él personalmente, pues verán, Sergio es uno de muchos exiliados (políticos) que hoy yacen fuera de su tierra.
¿Pero qué lo hace tan especial o honorable? Ramírez, es un nicaragüense, de ochenta y pico y pico de años radicado radicado en España, escritor, periodista y político. Sergio, de lo que relataba, fue uno de los jóvenes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) quien tomó las fuerzas materiales e intelectuales para combatir la dictadura de la familia Somoza a partir de los años setenta.
Una de las varias preguntas y comentarios que se le hicieron, fue si se consideraba un dirigente político o un motor de cambio desde esa figura de exiliado, a lo que responde humildemente que no, “yo soy un escritor…dudo mucho que la literatura sea una amenaza, ... nosotros los escritores hoy en día no somos como lo fue antes, vetados…Yo siempre he tenido una voz crítica, desde la escritura, lo que escribo, lo que digo, pero no soy un dirigente político… yo nunca he creído que los exilios resuelvan los problemas políticos de los países,...los problemas se revuelven desde dentro… ”. Ramírez, como figura política lo pudimos conocer en el periodo de 1984 a 1990, como vicepresidente, y donde acompaña a Daniel Ortega en la parte ejecutiva nicaragüense.
Tongolele no sabía bailar, es una obra (revolucionaria) publicada en 2021 por Ramirez, y por la cual ha sido acusado de incitación al odio por el régimen de Ortega, y sobre que pesa una orden de captura que ha motivado su exilio. Sin duda, la literatura en un escenario de conflicto, dictadores, instituciones totalmente débiles, y censura pasa a un segundo o tercer plano, no es realmente hoy en día una base sólida para generar esa emoción de lucha ante la instauración de la democracia pero, es sin embargo, un espejo, un diario, pensamientos y sátira que desde la ciencia(s) (sociales) no podemos describir. Su papel como escritor es y sigue siendo a través de los años un preciado tesoro de responsabilidad patriótica y revolucionaria de lo que fue, es y puede llegar a ser Nicaragua.
En esta ocasión, la charla continuaba mucho más de los detalles de la revolución sandinista a lo que es hoy Nicaragua. Las fuerzas externas e internas que deshacen o dejan pasar un escenario de grandes violaciones a los derechos humanos, violaciones de la propia democracia. Un escenario que se repite por toda Centroamérica, en Guatemala, en El Salvador. Ortega, quien lleva más de tres mandatos consecutivos como líder en el poder ejecutivo, parece estar repitiendo la historia de un conflicto olvidado, del que poco se habla y con actores desconocidos.
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