Men used to hunt
- Laura Isabella Meza cala
- 5 mar 2024
- 2 Min. de lectura

A propósito que pronto está cerca el 8M, me gustaría hacer una reflexión sobre este día tan importante para todos (con tono sarcástico).
Patriarcado, feminismo, feministas radicales, roles de poder, y privilegios, son algunas de las palabras clave que resuenan en ese día, o bueno, en realidad en cualquier discusión sobre feminismo.
Lo cierto es que, siempre se aborda el tema con una completa ignorancia de los términos, y sus significados.
El feminismo, lo podemos entender como un movimiento socio-político que busca la igualdad de género y la eliminación de la discriminación basada en la misma. Hasta este punto, ya muchos no pueden concordar. ¿Por qué? A lo largo de la historia la corriente ha tomado variaciones que abarcan enfoques y perspectivas diferentes. Esto nos deja en visto, que va más allá de un tema de igualdad, o de género, es también un tema de raza, clase social, accesibilidad al sector público y/o privado, entre muchas otras más.
El patriarcado es un término que se acuñó a un sistema social en donde el poder se deposita mayoritariamente a mano de los hombres, perpetuando la desigualdad de género.
Ambos son conceptos y términos en construcción, ¿Qué quiere decir esto? El feminismo, como movimiento ha tomado variaciones de acuerdo al tiempo histórico, y necesidades de lucha por la mujer - tales sean, culturales, económicas, sociales, étnicas - . Por su parte, el patriarcado, como sistema, casi simultáneamente, va adquiriendo valores tanto en el ámbito político, social y sociológico.
Como siempre, yo observaré todo este movimiento desde el lente politológico, es decir, tratando de entender y explicar este fenómeno. Considero sí importante recalcar que la concepción de la ciudadanía sobre el movimiento siempre varía, claro que esto es tan obvio como decir, que el cielo es azul. ¿Pero acaso lo personal no es político también? No podemos negar años de lucha, de reconocimiento ante el Estado, o ante la sociedad, no podemos negar el sufragio, ni los servicios públicos, ni el acceso a la educación a mujeres. No podemos negar los feminicidios, ni la invisibilización política de la mujer, no podemos negar los sesgos de género en las instituciones, ni en muchas políticas públicas.
Así que sí, esta bien no entender el objetivo de estas marchas, está bien no estar de acuerdo con algunas declaraciones, esta bien cuestionarse la necesidad de salir y decir “abajo el patriarcado” cuando creemos que no existe (y que sí), está bien salir y gritar a todo pulmón “ni una más”, esta bien gritar a todo pulmón "yo si te creo hermana", está bien entender y comprender, esta bien respetar.
¿Y, tú, qué piensas de esto?
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